Nuestro objetivo es ayudar a que tu público reconozca la relevancia de tu producto y servicio para diferenciarlos de la competencia con una propuesta coherente, sólida y adaptativa.
Uno.
Análisis e investigación.
Comenzaremos con una reunión de preguntas que nos servirá para conocer la esencia del proyecto y establecer las bases de desarrollo, es decir, las necesidades y objetivos.
A partir de ahí, realizaremos un profundo trabajo de análisis e investigación que iremos cotejando con el cliente para afianzar la hoja de ruta. Las conclusiones de este proceso perfilarán qué tenemos, qué nos falta y los escenarios de oportunidad hacia los que dirigirnos.
Dos.
Estrategia e identidad.
Aquí definiremos la estrategia consecuente a los propósitos establecidos mediante la misión, visión y valores, así como la personalidad de marca, el público objetivo al que dirigirnos y el tono de voz. De esta manera podremos dotar a la marca de un storytelling y de una identidad visual y emocional coherente.
El objetivo de este proceso es ayudar a que el público reconozca la relevancia del producto y servicio para diferenciarlos de la competencia con una propuesta coherente, sólida y adaptativa.
Tres.
Desarrollo de identidad
Desarrollamos la propuesta de identidad plenamente personalizada al proyecto mediante un proceso de conceptualización, experimentación e iteración, es decir, probando y probando hasta conseguir el resultado más adecuado para objetivo marcado.
Las decisiones que se toman en este proceso atienden de forma objetiva a las etapas de análisis, investigación y estrategia, de esta manera se ofrece un resultado enfocado y coherente, evitando interpretaciones subjetivas basadas en gustos.
Una palabra, un color, una forma o una tipografía tienen un poder de comunicación particular que debe ceñirse a estar alineado con el objetivo planteado.
Cuatro.
Implementación.
En esta última etapa, haremos que la marca funcione implementando la solución en los diferentes soportes y canales necesarios.
Es aquí donde la marca cobra sentido y se muestra tal y como es, aplicada. Para ello se crearán maquetas y los puntos de contacto que sean necesarios como puede ser elementos editoriales, web, packaging, fotografía, material audiovisual o cualquier soporte corporativo.
En todo proceso es necesario recopilar los aspectos relevantes en una guía de estilo con todos los recursos para que el cliente también pueda implementarla.
Si tienes un proyecto, podemos citarnos para saber más de él y valorar qué necesidades tiene.
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